domingo, 24 de marzo de 2013

joey montana

Joey Montana

"Soy un intérprete de pop-urbano con esencia romántica"

Joey Montana
Joey Montana
Joey Montana es visto en el ámbito artístico como un digno embajador del movimiento reggaetonero de Panamá, una de las tierras latinas con más exponentes de música urbana.     

La relación suya con la música se dio como una "cuestión, prácticamente, fruto del destino".

Su nombre real es Edgardo Antonio Miranda Beiro y es de la provincia de Chiriquí, un golfo que se ubica al oeste, justo en la costa caribeña del país centroamericano.

Echando atrás la memoria, Joey cuenta que en el año 1993 era un devoto seguidor del rapero boricua Vico C, del cual coleccionaba casetes y se aprendía las letras para cantarlas en la escuela, junto a sus amigos, como hobbie.

Hasta que un buen día entendió que a través del poder de la música podía expresar muchas emociones, y se puso a imaginarse siendo un intérprete que pudiera marcar una diferencia con sus canciones, tal y como lo hacían aquellos artistas a los que tanto admiraba.

Había sembrado esa inquietud en su interior sin pensar que pronto recibiría un golpe de suerte que lo acercaría a los estudios de grabación más rápido de lo que pudo imaginar.  "Una tarde cualquiera pasaba por una emisora y vi que tenían una audición abierta para un nuevo proyecto musical. Me inscribí y quedé seleccionado entre un gran grupo de aficionados y artistas con experiencia para lo que luego se conoció como La Factoría, uno de los grupos que más trascendió en toda Latinoamérica", explica de sus inicios en 1999.

El primer disco de este proyecto tuvo excelente repercusión en varios mercados latinos, sin embargo, solo los vocalistas que más impacto alcanzaron fueron llamados para preparar una gira, en 2000, que comenzaría por Colombia. Y entre esos afortunados, nuevamente estuvo "Mc Joey", como era reconocido Montana en ese entonces.

"Recibí la invitación y acepté de inmediato, fue una sorpresa. Pero lo que realizamos luego en Colombia fue casi una revolución, pues fueron 36 conciertos y una acogida total en la radio, en donde cada sencillo nuestro se convertía en éxito".

Teniendo estas positivas experiencias como precedente, viajaron a promocionarse en naciones como México, Estados Unidos y Ecuador, además de participar de grandes eventos, como "Premios Oye", y compartir con los más importantes artistas del momento, en algunos casos abriendo  presentaciones a cantantes como Paulina Rubio y Alejandro Fernández.

Al llegar el 2004, Joey ve necesario el dar un giro completamente distinto a su carrera y toma la decisión de separarse de la agrupación y formar tienda aparte.

"La Factoría fue mi escuela, y le agradezco la oportunidad que me dieron sus productores de pulirme ahí dentro, descubriendo mis talentos y mis verdaderas aspiraciones como músico", expresa enfático el joven cantautor.

Un nuevo comienzo: "desde cero"

Luego de un concierto en la ciudad de Houston, en Texas, hizo los contactos para tomar una nueva ruta profesional desde allí, pero ahora como solista.

Una vez radicado en el estado sureño rápidamente empezó a darle forma a su primer disco. "Hice al principio algunas canciones que eran lanzadas a través de Internet y que me funcionaron muy bien, tanto que viajé a Puerto Rico y Aruba en promoción", dice Joey.

Hizo dos temas, a dúo con Ángel López, ex vocalista de Son By 4  que se llamaron "No lo vuelvo a hacer" y "Que Dios te castigue". "Él marcó mucho mi carrera, porque siempre lo admiré. Trabajar juntos fue una meta lograda, además de que ambas canciones se pegaron en Colombia", comenta sobre López.

En ese proceso de tratar de publicar sus temas y hacer contrato con alguna disquera, duró un año y medio. Pero en ese tiempo no perdió ni un solo segundo. "Capté mucho la esencia de los ritmos urbanos norteamericanos estando en Estados Unidos, ellos me ayudaron a crear el estilo que tendría de ahora en adelante, incluso en la forma de escribir, que se tornó más sincera que antes".

Y reconoce que la influencia de artistas como Usher, R Kelly, y T-Pain, de géneros como el hip-hop y el Rithm & Blues, sí que tomaron un papel crucial en su música, apreciable en sus nuevas composiciones.

Pasado ese período, en el 2007, resuelve que debe regresar a su Panamá natal a empezar "desde cero" y dar curso a unos proyectos que traía en mente.

En esa nueva etapa conoció a su compatriota Víctor Delgado, alias "Predikador", un productor musical que pasó a ser pieza clave en su carrera. "Empezamos a trabajar y conectamos nuestra ideas para realizar proyectos en conjunto", dice sobre la mancuerna que definiría sus próximos pasos en la música.

Ambos planificaron todo lo que harían, y no se dejó nada al azar. Pensaron cuidadosamente cómo hacer un nombre en el mundo urbano sin asumir poses ni tendencias. La idea, recalca, era definir cómo presentarse al público con una marca distintiva. "Al final decidí dejar fluir mi personalidad, me rehusé a usar bling bling y a vestirme siguiendo una moda específica", afirma Joey.

De su lado, Predikador, luego de aliarse a Montana, fue creciendo en su área ganando prestigio en trabajos con famosos artistas como Luny Tunes, Zion y Lenox y Daddy Yankee.

"Flow con clase"

Tras casi diez años de experiencia, Joey se alista para sacar su segundo álbum como solista que se titulará "Flow con clase". "Con este título trato de no perder el sentido urbano que me dio a conocer, pero tengo aquí temas más sutiles, con otro nivel, pues conservo fanáticos de varias edades, niños y adultos, por lo que mantengo siempre la clase, hasta en mis letras", detalla.

Luego continúa: "Trato de llevar a los que me escuchan algo más fino, que no denigre a la mujer, ni se oponga a los valores culturales, sin perder la sazón, o como decimos en Panamá 'el flow urbano' ".

Este disco lo muestra en una onda juvenil, pero con un discurso muy realista. Anticipa que incluye su lado romántico y sus canciones bailables. "Quise hacer temas que se puedan dedicar, y la defino musicalmente como una placa muy completa, con sonidos orgánicos trabajados con músicos a la hora de la grabación", apunta.

El sencillo inicial, "Tus ojos no me ven", empezó a rotar ya en Estados Unidos y diversos países de Centroamérica y ya se encuentra en las listas de radio.

Pero para concretizar este nuevo álbum, el artista firmó contrato con Capitol/EMI, compañía disquera que, en su esfuerzo continuo de dar apoyo a las nuevas figuras de la música, ha confiado en el talento del joven cantautor romántico, incluyéndolo a un importante catálogo donde se hallan nombres de la estatura de Belinda, su compatriota Flex, Aleks Syntek y Anahí, entre muchos otros.
"A partir de esta alianza sé que las puertas están abiertas para poder conseguir mi meta de darme a conocer en el mundo entero. Espero trabajar con todas mis fuerzas para ser un artista de talla internacional y estoy seguro que lo voy a lograr", dice con total seguridad.

"Quiero, como meta a corto plazo, ganar muchos fans, que la gente me vea como una persona real, sin comparación; alguien que trabaja con alma, y no habla por hablar... que me oigan y descubran que lo que soy realmente es un intérprete pop-urbano de esencia romántica".

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